Dispositivos de almacenamiento magnético: tipos y características

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¿Te acuerdas de los disquetes? ¿O las cintas de casete? Puede que no lo parezca, pero la misma tecnología utilizada en estos dispositivos sigue utilizándose hoy en día. Esto se debe a que ambos son dispositivos de almacenamiento magnético, un método que hace posible el funcionamiento de los discos duros, por ejemplo. Pero, ¿qué significa esto para el usuario? ¿Qué tipos de dispositivos magnéticos existen? ¿Y cuáles son sus principales características? En este artículo, te explicaremos un poco más. ¡Echa un vistazo!

¿Qué son los dispositivos de almacenamiento magnético?

Los dispositivos de almacenamiento magnético son aparatos que utilizan tecnología mecánica y binaria para registrar información. Esto se debe a que utilizan una pieza móvil para marcar y leer información en una superficie magnética. Como has visto, algunos ejemplos son el disquete, las cintas de casete y los discos duros de varios tipos, incluido el disco externo.

¿Cómo funciona el almacenamiento magnético?

Pero, ¿cómo funcionan estos dispositivos en la práctica? A continuación te lo explicamos mejor y te mostramos la diferencia entre los antiguos y los nuevos. ¡Echa un vistazo!

Grabación de audio

Los primeros dispositivos de almacenamiento magnético se desarrollaron en 1928 con la grabadora de cinta magnética, utilizada para grabaciones de audio. Esta tecnología era analógica y se utilizó incluso en los primeros ordenadores. Sin embargo, las cintas sólo permitían un acceso secuencial a la información. Esto podía ser habitual cuando se escuchaba música, pero era poco práctico para los ordenadores que necesitaban acceder rápidamente a información específica. Por eso la tecnología ha evolucionado hacia las grabaciones digitales.

Grabación digital

Los dispositivos de almacenamiento magnético digital tienen un cabezal de lectura/escritura que se desplaza sobre una superficie magnética. El cabezal modifica la magnetización de determinadas partes del material, grabando los datos en un código binario (bits), como ceros y unos. Al mismo tiempo, para leer la información, el cabezal detecta dónde están los cambios en la superficie y reproduce así el código marcado. El funcionamiento del cabezal de lectura puede variar en función de la tecnología utilizada. En el caso de los disquetes, por ejemplo, el objeto que tenemos en las manos es el disco, donde se graba la información magnética, y las disqueteras del ordenador tienen ejes que leen estos datos. En cambio, el disco duro está formado por dos piezas unidas entre sí.

Tipos de dispositivos de almacenamiento magnético

Discos duros

Uno de los dispositivos de almacenamiento más utilizados hoy en día es el disco duro, también llamado disco. Esta herramienta es habitual en la mayoría de los ordenadores personales y se desarrolló por primera vez en IBM en 1957. En aquella época, el disco podía almacenar hasta 5 megabytes, lo que se consideraba muy elevado. Pero la tecnología ha avanzado mucho desde entonces y hoy en día es habitual encontrar ordenadores personales con 1 terabyte (o mucho más) de almacenamiento. Eso equivale a 1 millón de megabytes.

Disquetes

Los disquetes se lanzaron en los años 70 y fueron un hito en la tecnología de la época. Esto se debe a que podían transportarse fácilmente de un lugar a otro y abrirse en cualquier ordenador con una entrada adecuada. Algo así como los padres de las memorias USB. Estos dispositivos consistían en un fino disco de almacenamiento magnético sellado en plástico rectangular. Inicialmente, su tamaño era de 20 centímetros, pero los dispositivos que se hicieron más comunes a principios de la década de 2000 rondaban los 9 centímetros; en el caso de estos últimos, su capacidad de almacenamiento era de sólo 1,44 megabytes. Además, el objeto era frágil, tenía una vida útil más corta que otras tecnologías y, si se utilizaba con demasiada frecuencia, podía empezar a aflojar componentes.

Jaz Conduce

El Jaz Drive fue una tecnología de almacenamiento magnético lanzada en 1995. Este dispositivo representó una gran evolución para la época, ya que funcionaba de forma similar a un disco externo. Al principio, estas unidades tenían una capacidad de almacenamiento de hasta 1 gigabyte y, en 1998, alcanzaron los 2 gigabytes. A pesar de ello, la tecnología se dejó de fabricar en 2002.

Cintas DAT

Las cintas DAT deben su nombre al acrónimo de Digital Audio Tape (cinta de audio digital). Son dispositivos de almacenamiento magnético que funcionan de forma similar a las cintas de casete, pero graban en formato digital. La tecnología fue creada por Sony en los años 70, pero no llegó al mercado hasta finales de los 80. Las cintas DAT las utilizan principalmente los profesionales para grabar masters de audio, bandas sonoras de películas o como copia de seguridad de datos. Su almacenamiento varía en función de la calidad del audio: cuanto mayor es la calidad, menos tiempo puede grabar la cinta.

El auge del almacenamiento SSD

Desde la década de 2010, un nuevo tipo de almacenamiento se ha hecho cada vez más común: el SSD, también conocido como disco de estado sólido. Se trata de una tecnología electrónica, es decir, que no depende de piezas magnéticas o mecánicas. Por estas razones, los dispositivos SSD suelen ser más duraderos que los discos. También rinden más. Por eso muchos usuarios se han decantado por esta opción, que ya se utiliza en ordenadores, smartphones y tabletas, por ejemplo.

El papel del almacenamiento magnético en el archivo

Aun así, los discos duros siguen dominando el mercado. Como cuestan menos, los dispositivos de almacenamiento magnético siguen estando en la mayoría de los ordenadores personales. Esto significa que tener una gran capacidad de almacenamiento en un SSD no suele ser económicamente viable para el usuario medio. ¿Quieres un ejemplo? Hoy en día es bastante habitual encontrar discos con una capacidad de más de 1 TB, mientras que las SSD más comunes tienen alrededor de 120 a 240 GB de espacio.

¿Podrían las nuevas tecnologías dejar obsoleto el almacenamiento magnético?

Como puedes ver, muchos dispositivos de almacenamiento magnético han caído en desuso o se han dejado de fabricar. Pero los discos duros deberían tener una larga vida por delante. Aunque el SSD sea más rápido y se utilice con más frecuencia, el disco sigue teniendo una capacidad mucho mayor para copias de seguridad y otras funciones que requieren mucho espacio. Asimismo, la vida útil de un disco es bastante larga si se cuida bien el equipo.

Conclusión

Sin embargo, al tratarse de dispositivos mecánicos, los discos duros pueden presentar problemas por caídas, golpes, altas temperaturas, etc. Por eso, siempre que necesites uno, es importante que confíes en una empresa especializada para recuperar tus datos. En Bot somos especialistas en recuperación de discos y tenemos una amplia experiencia con dispositivos de almacenamiento magnético. Si el tuyo da señales de que va a dejar de funcionar, o si simplemente no se conecta, ponte en contacto con nosotros. Sólo tienes que rellenar el formulario para iniciar el proceso de recuperación.

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